Limpieza y desinfección en centros de salud
En el hospital el riesgo de adquisición de infección es permanente siendo la propagación de la contaminación continua.
En consecuencia, la descontaminación y la aplicación de médicas higiénicas deben ser metódicas, programadas y continuadas con tal de evitar la denominada infección hospitalaria Nosocomial (es la que se contrae en el hospital).
Esta se puede transmitir tanto por los gérmenes depositados sobre las superficies como por partículas portadoras de bacterias que se encuentran presentes en la atmósfera.
En la práctica un sistema de desinfección bien programado comprende:
- La limpieza y descontaminación diaria de locales.
- Una desinfección masiva, periódica o terminal
Limpieza: proceso para remover la suciedad adherida a una superficies y eliminarla, evitando que sierva de soporte a los microorganismos.
Desinfección: proceso para eliminar microorganismos de objeto y medio ambiente contaminado.
La limpieza deberá preceder siempre a la desinfección, ya que ello facilita la acción de los gérmicidas.
Técnicas generales
La desinfección es un proceso que debe facilitar resultados momentáneos, permitiendo eliminar o neutralizar en proporción más o menos importante los microbios presentes.
En general la eficiencia de ella depende de :
- Eficacia de la limpieza
- Tiempo de acción del desinfectante
- Tiempo de actuación
- Tipo de material
En la actualidad existen en el mercado una gama de productos que combinan ambas funciones, siendo necesaria una única operación.
Tratamiento de superficies
La limpieza húmeda es la única técnica recomendada, ya que está proscrita la limpieza en seco.
Se recomienda el uso del sistema dos cubos “combinando con el método zig-zag”. Se dispondrá de un cubo con el desinfectante y otro con agua limpia. Se sumerge la fregona en la solución desinfectante y se friegan primero los laterales de la habitación y luego se continúa por el centro con un movimiento en zig-zag.
Siempre se aclara la fregona en el cubo con agua, así la solución de desinfectante no se contamina y se mantiene activa durante toda la operación.
Los productos habituales de desinfección de superficies se hallan formulados a base de aldehídos, fenoles o compuestos clorados junto con tensioactivos que favorecen el desprendimiento de la materia orgánica.
El mercado dispone de una amplia gama de detergentes desinfectantes que combinan dichos principios activos:
Productos de carácter aldehídico y de tipo fenólico-aldehídico, son adecuados para la desinfección de áreas críticas del hospital; quirófanos, cuidados intensivos, salas de quemados, etc.
Es aconsejable establecer rotaciones periódicas con ambos desinfectantes para así evitar la creación de capas resistentes, tan habituales en estos centros.
Allí donde el grado de contaminación no sea excesivamente alto: habitaciones generales, pasillos, etc. Se utilizarán productos específicos, formulados a base de hipoclorito de sodio y tensoactivos. También se aplicará en todos los aseos y se verterá una pequeña cantidad del producto por los desagües para alcanzar óptimas condiciones higiénico-sanitarias.
Así mismo, es conveniente utilizar una solución desinfectante mediante pulverización sobre todas aquellas superficies que presenten elevado grado de contaminación como son: carritos auxiliares, mesas de operaciones, aparatos de anestesia, mesillas y armarios de habitaciones, camas, etc.
Para ello utilizará desinfectantes denominados instantáneos, compuestos de carácter alcohólico y rápida realización que proporciona un gran poder bactericida.
Desinfección de superficies por via atmosférica
Junto con los métodos de desinfección de superficies por contacto directo y para completar su acción, es necesario efectuar desinfecciones por vía aérea. Para ello se utilizan aparatos especiales microdifusores electrotérmicos, que emiten al ambiente millones de micropartículas que alcanzan todos los rincones, allí donde no se puede llegar mediante el fregado.
En aquellas ocasiones en que los niveles de contaminación deben ser nulos o mínimos es preciso realizar una desinfección terminal con formaldehído a razón de 10 minutos de funcionamiento del aparato por cada 100 m3 del volumen del local. El recinto deberá permanecer clausurado durante 6-8 horas.
Para aquellos casos en que no se puede disponer de tanto tiempo se utilizarán desinfectantes a base de fenoles, que tan sólo requieren de 2 a 3 horas como tiempo de recuperación.
Si la recuperación es inmediata o bien no se puede desalojar el local, aconsejamos el empleo de productos específicos. Utilizar durante 10 min. por cada 100 m3 para el primer caso y en presencia de personas durante 2 min. 100 m3 de volumen.
La limpieza y desinfección son la base fundamental para reducir las infecciones hospitalarias.
Fuente: ficha técnica ITEL
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